Hola de nuevo, me imagino que el título no les sorprende porque más de una vez nos hemos preguntado qué es lo que quieren o queremos. Si, efectivamente, es la pregunta del millón de dólares. Y quizá no haya una respuesta exacta.
Al principio de la relación todo es lindo y hermoso, se pasan por alto los defectos, solo hay sonrisas, miradas coquetas, palabras perfectas. Sin embargo, con el tiempo las cosas van perdiendo su candor y convirtiéndose en una pesadilla. ¿Por qué?
No sé si les ha pasado pero al principio al persona que está con nosotros acepta todo cual es y luego eso mismo que decía que le gustaba al principio termina siendo lo que ya no les gusta.
Hace poco leía un libro muy divertido que se llama “Mi novia… instrucciones”, del argentino Fabio Fusaro. Había un capítulo que decía: Siempre quieren algo más, y me pareció que tenía razón, voy a citar una parte que de seguro les va a resultar familiar aunque está escrito para público hetero, pero da igual porque las buenas y malas experiencias son de todos sin importar género.
“hay otras cosas que tendrías que tener en cuenta como por ejemplo no ser celoso, pero tampoco parecer desinteresado. Tener otras actividades pero no dedicarles más tiempo que a ella. Darle su espacio pero mostrarle preocupado por donde estuvo. Y muy importante: no olvidar las fechas de cumpleaños, aniversario de novios, de casamiento, graduación, santo, última menstruación, primer beso, cumpleaños de la madre, padre y hermanos. Es importante tener en cuenta que cumplir con todos estos requisitos no garantiza el 100% de la felicidad de las mujeres, porque podrían sentirse inmersas en una vida de sofocante perfección y fijarse en el primer sorete, vago, borracho y golpeador que se les cruce.
¿A qué apuntamos con todo esto? A que en determinado momento ella va a hacerte cuestionamientos por equis motivos. Que no sos lo suficientemente comprensivo, que no la escuchás, que estás demasiado pendiente de ella, que comés mucho, que vas a jugar fútbol, que te ponés la rema adentro, que no querés a su mamá, que no te cortaste el pelo, que no te afeitaste, que te bañás muy seguido, que en lo único que pensas es en el sexo, que ella sexualmente ya no te interesa como antes, que no te caen bien sus amigas, que estás caliente con sus amigas, que vas a comer muy seguido con tus amigos, que se ven muy poco, que se ven mucho, que nunca le hacés regalos, que no le llenás el vaso, que no te ponés la servilleta, que le dedicas mucho tiempo al estudio, que no estudiás, en fin… equis motivos”.
Les pareció historia conocida, si pues, no sabemos qué queremos, la mayoría nunca está conforme, mejor pensemos cómo encontramos el equilibrio sino poco o nada vamos a progresar. Igual pienso que lo primero es ser conscientes de que esto pasa, el resto ya dependerá de tu creatividad y de la buena comunicación… y bueno de que te quiera.
