lunes, 3 de noviembre de 2008

“No eres tú, soy yo”


Hace tiempo quería hablarles sobre este tema. En el ránking de las frases típicas de las relaciones que ya no van, esta es una de las ganadoras. Se suele decir cuando ya la cosa no va más y, si es repentino, cuando ya hay una tercera persona involucrada. Las cosas como son aunque duelan. Es la frase que te dice “ya no hay nada que hacer”, “ya fuiste”.

Es verdad, todas las personas, en determinado momento, se pueden cansar de una relación: el instinto de aburrirse, la inmadurez, la flojera del compromiso, algo así como lo que decía Jaimito ‘El cartero’ en El Chavo del 8: “quiero evitar la fatiga”.

Una, que ya conoce bien a su pareja, lo puede ver venir. Lo primero que te dicen es que no saben qué es lo que le esta pasando, o que ya no se sienten igual o que se sienten perdidas, confundidas, o que tiene que arreglar cosas en su vida, o quizá aquella: “Necesito mi espacio”, que en realidad quiere decir que necesita tiempo para salir con otra u otro. Se han escrito miles de artículo con coincidencias como esta solo hace falta revisar la Internet.

Son cosas como “no eres tú, soy yo” que tú sabes que en el fondo solo quieren dejarla bien parada. Esta frase – según algunos especialistas- es frecuente en quienes pretenden aminorar su cargo de conciencia. Creen que diciendo que ellos son responsables del problema tú te tienes que sentir feliz porque te demuestran “que les importas”, que “son capaces de dar un paso al costado” (¡oh valentía!) y que no es te tienes que sentir culpable de su desamor o de tener eso cuernos en la cabeza que te asemejan a Bambi.

Pero claro, seguro en ese mismo momento, cuando escuchaste la frase sentiste una punzada en el estómago, un puñal en la espalda y poco te faltó para arrojarla por el balcón y arrancarle los ojos. No te mates. Deja el odio. En realidad esa frase es muy cierta, porque quien tiene un problema es esa persona, no tú. A pesar de que te duela el alejamiento, lo superarás, en cambio esa persona lo más probable es que demore en madurar y siga cometiendo muchos errores en su vida por no tomarse el tiempo para reflexionar o para salir de su propio hoyo o crisis existencial.

Ya sabes, la próxima vez que alguien te diga: “ No eres tú, soy yo”, mejor dale vuelta a la página. Todo pasa, a menos que quieras repetir la historia o a menos que ocurra un milagroso cambio de esa persona. Pero ya estás alerta, ésa es la frase que antecede al adiós.

En el próximo post les comento un libro que estoy leyendo...